Guerreo para sentirme vivo. La confrontación implica contacto no necesariamente físico, ya hay todo tipo de guerras en todas partes. En estos tiempos de hostilidad reinante, declarada y fingida, escondida hasta en la mirada más inofensiva y el saludo mas cordial, algunos buscan un contacto mas real, significar algo en la existencia del otro, ser pensado, tomado en cuenta, temido, odiado.
Un enemigo es alguien que ocupa tu mente de vez en vez, puede llegar a causarte sentimientos fuertes de aversión que no pasan desapercibidos. Un enemigo te hace sentir intensamente aunque sea una sensación desagradable.
En una sociedad tan sobre estimulada que ha perdido gran parte de su sensibilidad, pelear con otro ser humano es una experiencia revitalizante. Se trabajan varias áreas del cuerpo cuando uno se ve metido en una riña y no se cuales son ni que efecto tengan en todo lo demás.
He observado que los hombres están siempre declarando guerras y alimentando rivalidades en todos los niveles; mientras tanto las mujeres fingen no estar involucradas en la dosis diaria de hostilidad porque ellas lo hacen de manera hipócrita. Viborean, traicionan, envidian, conspiran, todo por debajo de la mesa y con una gran sonrisa en el rostro. Los hombres celebran su belicosidad y la proclaman a los cuatro vientos.
Curioso, ahorita mismo se me ocurre que sucede lo mismo en el sexo (soy un poco lenta de entendimiento). La mujer finge no quererlo tanto como él hasta el ultimo momento. El expresa abiertamente que quiere todo el sexo que pueda tener y celebra sus victorias con cerveza y detalles jugosos para sus amigos. Ella, si puede, estira el mito de que es virgen hasta los 20 y luego se reserva sus aventurillas para ella misma, hablando solo de sus relaciones "serias". Pero creo que esto tiene muchísimo que ver con la forma en que los otros juzgan la sexualidad según el genero.
Una mujer con una vida sexual abiertamente activa y variada, inestable y sin compromisos es una puta para muchos, mientras que un hombre en las mismas condiciones es un chingón que merece respeto.
Los tiempos cambian y quizá este hablando de generaciones pasadas con ideas en extinción, estamos mutando pero no se si evolucionando.
Claro esta que estoy generalizando groseramente y que mis observaciones están ancladas a mi limitado entendimiento de la naturaleza humana.
La necesidad de contacto del ser humano puede ser una señal de resistencia a la deshumanización propuesta por poderes obscuros y escurridizos pero sin duda presentes. El que esta necesidad se transmita en violencia innecesaria me hace pensar que quizá si sea necesaria.